La Chirimoya

Considerando su composición nutricional, la chirimoya sigue siendo una fruta más dulce que la mayoría del resto de frutas, pero su aporte de micronutrientes la convierte en un alimento con múltiples beneficios para la salud.

Recarga de carbohidratos

La chirimoya puede ser interesante a la hora de recargar energías con azúcar en caso de necesidad, como puede ser el caso de los deportistas durante o después del ejercicio. La ventaja es que la ingesta de azúcar se combina con una ingesta de vitaminas y minerales.

Regulación del tránsito intestinal

El interesante contenido en fibra (3 g/100 g) de la chirimoya le confiere propiedades laxantes, ayudando así a resolver problemas de estreñimiento.

Mejora la salud cardiovascular

Su alto contenido en potasio ayuda a mejorar la salud del corazón. El potasio es un regulador natural de la presión arterial, es un mineral importante para el organismo. En particular, contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y al funcionamiento normal de los músculos.

Prevención de la osteoporosis

La riqueza de calcio presente en la chirimoya ayuda a cubrir la ingesta diaria recomendada de calcio. Ideal para personas que sufren de descalcificación u osteoporosis.

Antimicrobiano natural

La chirimoya tiene la capacidad de actuar como protector natural contra los parásitos. De hecho, sus propiedades provienen de su alto contenido en fibra, niacina y citotoxinas. Además, aporta grandes cantidades de vitamina C, un antioxidante natural que ayuda al organismo a resistir infecciones.

Una palabra del nutricionista

Aunque rica en hidratos de carbono, la chirimoya, gracias a su riqueza en fibra, puede integrarse en la dieta como parte de la pérdida de peso. De hecho, la presencia de fibras le confiere un interesante poder saciante.

La chirimoya tiene tres veces el tamaño de una manzana, es de color verde caqui y tiene una piel escamosa. Su pulpa es blanca, dulce y cremosa, con unas semillas grandes y negras fáciles de extraer.

Carnet de identidad

Familia: Annonaceae;
Origen: Cordillera de los Andes;
Temporada: noviembre a mediados de febrero;
Color: verde a más oscuro dependiendo de la madurez;
Sabor: dulce y cremoso.

Madurez

Una chirimoya madura se puede reconocer cuando su piel exterior verde comienza a tener algunas manchas marrones. Al presionarlo con el dedo, su pulpa debe hundirse ligeramente (como un aguacate).

Guárdalo bien

Esta fruta no se conserva durante mucho tiempo y requiere una manipulación con mucho cuidado. Su piel es muy sensible al tacto y se ennegrece con facilidad, aunque se puede comer a pesar de esta coloración oscura, su piel cede ligeramente al tacto. Debes evitar guardarlos en el refrigerador, ya que esto interrumpirá su maduración.

Por lo tanto, si quieres comerlo frío, guárdalo en el frigorífico justo antes de consumirlo.

La chirimoya debe consumirse cuando esté completamente madura, es decir, cuando el color de la cáscara cambie de verde claro a verde oscuro o amarillento. Su pulpa es blanca, dulce y cremosa, con unas semillas grandes y negras fáciles de extraer. Puedes comerlo simplemente cortado por la mitad con una cuchara o incorporarlo a deliciosas recetas.

Granita de chirimoya

Ingredientes : 1 chirimoya – 2 cucharadas de zumo de limón – 6 dl de agua – 4 cucharadas de sirope de limón

• Cortar la chirimoya por la mitad;
• Retire las semillas negras y luego desprenda la pulpa (rinde aproximadamente 230-250 g);
• Mezclar el jugo de limón, el agua y el almíbar, luego agregar la chirimoya;
• Reducir hasta obtener un puré fino con una batidora de mano y luego pasar por un colador;
• Vierta en un recipiente congelador y deje reposar durante aprox. 1 hora en el congelador sin revolver, luego revuelva cada 30 minutos con un batidor o tenedor.

Crumble de chirimoya con pepitas de chocolate

Ingredientes para 6 personas: 4 o 5 chirimoyas – 150g de harina – 75g de mantequilla – 120g de azúcar – pepitas de chocolate.

• Pelar y retirar las semillas de las chirimoyas, conservando sólo la pulpa;
• Mezclar la mantequilla ablandada, el azúcar y la harina hasta obtener una mezcla arenosa;
• Untar el molde con mantequilla, disponer la pulpa de chirimoya, la masa quebrada y las pepitas de chocolate;
• Cocine a 160 grados durante 25 minutos

Sirva este postre caliente.

La chirimoya contiene una gran cantidad de azúcar y carbohidratos, por lo que los diabéticos deben consumir esta fruta con precaución.

Toxicidad

Tenga cuidado de no comer las semillas que son tóxicas, ni esperar hasta que la piel se vuelva negra (o marrón) porque ya no es comestible en este punto de maduración.

Alergia al látex

Las personas con alergia al látex también pueden ser alérgicas a ciertas frutas, incluida la chirimoya. Esto se llama síndrome del látex-fruto. De hecho, algunas de estas frutas contienen sustancias químicas similares al látex.

La alergia al látex se presenta en dos formas diferentes:

1. La primera se denomina “hipersensibilidad retardada”, y generalmente se manifiesta como una erupción con picazón en el lugar donde el producto de látex entra en contacto con la piel. Esta erupción es similar a la de la hiedra venenosa y generalmente desaparece por sí sola.
2. La otra forma es una reacción de hipersensibilidad inmediata (también conocida como reacción mediada por IgE) al látex. Este tipo de reacción puede provocar anafilaxia, una reacción alérgica grave y potencialmente mortal que puede afectar la piel, el sistema respiratorio, el sistema gastrointestinal y el sistema cardiovascular.